La inmunoterapia es una técnica médica que utiliza el sistema inmunológico del cuerpo para tratar ciertas enfermedades. A diferencia de la quimioterapia y la radioterapia, que matan tanto las células cancerosas como las células sanas, la inmunoterapia trabaja con el propio sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer. En el caso de enfermedades autoinmunitarias y alergias, la inmunoterapia funciona para modular la respuesta inmunológica del cuerpo, reduciendo así la inflamación y los síntomas.
Este tratamiento ha demostrado ser muy efectivo en el tratamiento del cáncer, especialmente en ciertos tipos de cáncer, como el melanoma, el cáncer de pulmón, el cáncer de riñón y el cáncer de vejiga. También se ha utilizado con éxito para tratar ciertas enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple, y alergias, como la alergia al polen.
Se puede administrar de diferentes maneras, como la terapia de anticuerpos monoclonales, la terapia de células adoptivas y la terapia de vacunas. La terapia de anticuerpos monoclonales utiliza proteínas que se adhieren a las células cancerosas y marcan el objetivo para la destrucción por el sistema inmunológico. La terapia de células adoptivas implica la extracción de células inmunitarias del cuerpo del paciente, la manipulación para reforzar sus efectos anti-cancerosos, y su posterior reintroducción en el cuerpo. La terapia de vacunas, por otro lado, trabaja para estimular el sistema inmunológico del cuerpo para que reconozca y ataque las células cancerosas.
Aunque la inmunoterapia puede ser una opción de tratamiento muy efectiva, también puede ser costosa. Algunos seguros médicos pueden no cubrir los tratamientos de inmunoterapia o pueden tener una cobertura limitada, lo que puede hacer que los pacientes tengan dificultades para acceder a estos tratamientos. Sin embargo, es importante que tu seguro médico cubra la inmunoterapia, ya que puede ser una opción de tratamiento que salva vidas y puede ser la única esperanza para algunos pacientes.
Además, tiene menos efectos secundarios que la quimioterapia y la radioterapia, que pueden dañar las células normales del cuerpo. Los efectos secundarios de la inmunoterapia pueden incluir fatiga, fiebre, náuseas y diarrea, pero son generalmente menos graves que los efectos secundarios de otros tratamientos.
En resumen, la inmunoterapia es una técnica médica efectiva y segura que utiliza el sistema inmunológico del cuerpo para tratar ciertas enfermedades. Es importante que tu seguro médico cubra la inmunoterapia, ya que puede ser la única opción de tratamiento para algunos pacientes y puede tener menos efectos secundarios que otros tratamientos. Si estás considerando tomar una póliza de salud, contáctanos y te brindaremos una asesoría para revisar seguros con una cobertura de este tipo.